lunes, 9 de febrero de 2009

NUEVOS CIMIENTOS Y LAS REGLAS DE ORO DE LA RENOVACIÓN Y REORIENTACIÓN PROFESIONALES, AQUÍ Y AHORA. III PARTE

Antes de proseguir con las siguientes reglas de oro de la renovación y reorientación profesionales, aquí y ahora, me gustaría hacer hincapié en uno de los aspectos que comentábamos en el número anterior.

Cuando hablamos de honestidad de nosotros hacia nosotros mismos, estamos refiriéndonos a tener absolutamente muy claro que nada debe ser ni a nuestra costa ni a costa de los demás.

También nos referimos a aceptar nuestra realidad en todo momento.
Es importante reconocer que nos movemos para ganar dinero, llana y simplemente. Cuando uno monta una empresa o negocio, puede adornarlo de mil formas y maneras, si lo que pretendemos es auto engañarnos y no querer reconocer este principio.
Por supuesto que está la parte de servicio que es fundamental y otros muchos aspectos realmente extraordinariamente humanos, pero si sólo buscásemos ofrecer una serie de servicios, sin ninguna expectativa económica, habríamos creado una ONG, y sinceramente no creo que ese sea el caso de ninguna persona que se mueva en el terreno de los autónomos, individual o empresarialmente.

Reconocer esta realidad es esencial para ser auténticamente honestos con nosotros y con los demás. Lo importante es seguir cumpliendo la regla de oro de este nuevo y magnífico momento que tenemos en nuestras manos, para cambiar definitivamente los principios de todos los sectores existentes en nuestra sociedad, de un modo más que positivo. Lo sucedido en las elecciones de los Estados Unidos, nos evidencia que somos una mayoría aplastante de la humanidad, los que aquí y ahora queremos un nuevo orden mundial, que nos favorezca a todos.

De modo que confirmando esa honestidad de nosotros hacia nosotros mismos, podremos establecer una serie de servicios a un precio equitativo y razonable, en el que nosotros no abusemos ni dejemos que abusen de nosotros.
Vamos a hablar ahora de otra regla de oro muy importante para crear nuevos cimientos que nos brinden resultados eficaces a un corto plazo.






















II.- PROYECCIÓN GLOBAL.

Cuando hablamos de proyección global nos referimos a una serie de aspectos de nuestra profesión que hemos de modificar en este periodo de cambios.
Una de las cualidades que, lamentablemente, no tiene desarrolladas el ser humano de manera específica es la paciencia. Una gran mayoría de los seres humanos, somos bastante impacientes, en general.
Curiosamente, una de las cualidades que más vamos a trabajar en estos momentos, es precisamente ésta.

Por tendencia, hasta ahora, toda la estructuración profesional global, estaba organizada para ganar mucho en un corto plazo de tiempo. Esto hacía que el margen de beneficio tanto en productos como en tratamientos, de algunos profesionales, fuera realmente abusivo. Pero como la fluidez económica de unas pocas clientas y la avaricia de una parte del sector, lo hacía posible, este método iba funcionando.
Actualmente la visión ha de ser global y el margen de beneficio se tendrá que estructurar en un mayor número de servicios, lo que nos dará una consecuencia a esta regla sumamente real:

• A mayor número de tratamientos y servicios, mayor margen de beneficios. Lo que traducido significa: dar pasos de hormiga para construir fuertes y sólidos cimientos.
Esto también nos lleva a desglosar nuestros servicios. Si aprendemos a crear servicios simples a bajo coste, nuestros clientes-as nos lo agradecerán. De modo que podremos tener siempre la opción de tener unos servicios de tipo más sencillo y otros más elaborados, que requieran una mayor dedicación por nuestra parte.

• Disponer de servicios simples y efectivos, a un bajo coste y disponer de packs o pluses de atención, que den como resultado un servicio más elaborado, personalizado con un precio un poco más elevado.
O lo que es lo mismo, le damos a nuestros clientes-as la opción de seleccionar el tipo de servicio, que su bolsillo, les permita en cada momento. Por supuesto en ambos tipos, los resultados han de ser serios y eficaces, así como nuestra impecabilidad profesional en cada uno de ellos.

Evidentemente no se tarda lo mismo en realizar una tortilla a la francesa que otra comida sumamente elaborada. Ambos dan sus resultados y su función y ambos deben tener un precio igualmente perfilado para cada uno de ellos.
Por ese motivo es aconsejable desarrollar y aplicar al máximo nuestra creatividad, creando servicios con diferentes packs y opciones alternativas.

Podemos utilizar en los más sencillos, protocolos más simples, algo de aparatología y nuestras manos. Y así, podemos ir creando diferentes aportes de masaje, y otras técnicas y soportes específicos, que brinden resultados desde el primer momento para que nuestra clientela quede completamente satisfecha en todo momento.
Todo esto se puede resumir en tres conceptos básicos:

• Simplificar, clarificar y economizar.
Realizar servicios más simples. Clarificar exactamente en qué consiste cada uno y que resultados brinda. Economizar medios y tiempo, para que nuestra clientela no pague más por menos ni viceversa. Utilizar protocolos más simplificados que permitan a nuestra clientela utilizar uno o dos productos exclusivamente en su casa, como apoyo del tratamiento realizado.