viernes, 24 de abril de 2009

LA PRIMAVERA Y SU SECRETO V

COMPORTAMIENTO Y ORDEN PRIMAVERAL

Cuando llega la primavera, todos sentimos ganas de hacer una renovación completa. Nos apetece cambiar y redecorar nuestra casa, organizarla, establecer hábitos que den una nota tan fresca y alegre como lo es la propia estación en sí misma.

Nos sentimos dispuestos a establecer hábitos de salud: pasear, caminar, correr, ir en bicicleta. Una demanda interior, nos exige que cuidemos nuestra alimentación, que la aligeremos, que nos mimemos más etc.

Se inicia la cuenta atrás para los bikinis, las prendas frescas y la cruda realidad de la acumulación energética y sus consecuencias.

De una forma clara y diáfana diré que nos apetece renovarnos por completo, incluso toda nuestra vida.

Como dicen la filosofía oriental: Un recorrido de miles de kilómetros, se inicia dando el primer paso.

La paciencia y la constancia son las mejores vías para conseguir cuanto nos propongamos en la vida.

Por ese motivo en primavera es bueno dar pasitos que poco a poco se convertirán en largas andaduras.

Hablando de pasos, existen una serie de ellos que constituirán un sano comportamiento primaveral que a su vez, será un buen cimiento para las siguientes estaciones del año y nos ayudará a prevenir alteraciones típicas no sólo de la primavera sino de las restantes.

DESCANSO: Es bueno descansar 8 horas durante esta estación del año. Hasta los osos han dejado de hibernar. Salvo excepciones, nuestra piel precisa de un buen descanso, profundo y estable. Esto último no va asociado a cantidad sino a calidad de sueño. Para conseguirlo debemos seguir estas indicaciones:

Seguir el ritmo solar, tanto a la hora de levantarnos como a la hora de cenar y de descansar. La televisión no nos da salud y la tecnología ha inventado los DVD grabadores.

Alimentación sana decreciente: desayuno rico en vitaminas, minerales, fibra etc., comida sana y rica en diversos principios de salud, cena con las mismas pautas, antes de las 8 de la noche. Después de esta hora, la cena ha de ser ultra-ligera o mini-ligera.

Suprimir de la dieta la ingestión de alcohol, tabaco o café, al menos en la cena o después de ella. Sustituirlos por una infusión digestiva: té africano de frutas, anís-hinojo, salvia, hipérico, pasiflora etc...

Respetar el tiempo de digestión de los alimentos. Incluso es bueno dar un suave paseo después de cenar.

Evitar tensiones, disgustos o emociones fuertes antes de dormir.
Utilizar tratamientos cosméticos Yin, que faciliten el descanso. Evitar los que contienen cafeína.

Utilizar prendas naturales que faciliten la descarga eléctrica del cuerpo, para dormir. Sábanas de algodón o seda, camisones de idénticos materiales.