viernes, 3 de abril de 2009

LA PRIMAVERA Y SU SECRETO I

PRIMAVERA, RENACER A LA VIDA.

Cuando todos escuchamos un famoso eslogan por los medios de comunicación, se hace casi oficial la llegada de esta magnífica estación del año, aunque la naturaleza se niega a desprenderse del letargo invernal. Claro que con todo lo que le hemos hecho a nuestro planeta, digamos que la climatología se encuentra un poco revuelta, como lo estamos todos los seres humanos en estos momentos.

Aunque la primavera es la época del renacer, del despertar a la vida, de las flores etc., también lo es de otras consecuencias nada agradables que evidencian carencias fisiológicas de diversos tipos, como por ejemplo las alergias, la astenia primaveral, las depresiones, alteraciones cutáneas, rebrotes de diversas desarmonías como soriasis y un largo etc.

A lo largo de este artículo pretendo aportaros una serie de información que os resultará de utilidad justo para poder prevenir muchas de ellas y paliar notablemente los efectos de otras para que cuando menos no resulten tan desagradables.

Antes que nada no debemos olvidar que todo cuanto aparece ha sido sembrado antes. Del mismo modo que para que en primavera broten las plantas, ha sido necesario todo un proceso vital que incluye la siembra de las mismas por diversas vías.

En nuestro cuerpo también sucede lo mismo. Para que aparezcan una serie de efectos, antes ha habido un cúmulo de causas que los ha generado a posteriori. No olvidemos que somos seres de hábitos y algunos de ellos, lamentablemente nada positivos. Que no seamos conscientes de ellos no significa que no seamos responsables de sus consecuencias.

La primavera es una época de cambios manifiestos que deben iniciarse con antelación como los preparativos de una fiesta. Para que todo esté perfecto, todo debe haberse planificado y organizado con tiempo.


NUESTRA PIEL Y NUESTRA SALUD.

Antes que nada no debemos olvidar que la piel sólo es la última salida de las toxinas de nuestro cuerpo. Cuanto menos toxinas existan en nuestro cuerpo, mejor estará nuestra piel. Cuanto más toxinas y más afectadas todas las vías de salida (riñones, sistema digestivo, aparato excretor etc.…), más sufrirá nuestra piel.

¿Cómo evitarlo? De una forma simple: potenciando nuestra salud.

La primavera se corresponde con el elemento Madera y rige precisamente los siguientes órganos: hígado, páncreas, tendones y articulaciones. Qué sabiduría tan grande encierra esta información. La mejor de las pistas ya la tenemos en marcha. ALIMENTACIÓN Y EJERCICIO FÍSICO.

Pero no olvidemos que estamos hablando del cuidado de una piel sana en esta época del año. Aquí entran otra serie de detalles a tener en cuenta.

La madera se nutre esencialmente de agua. El agua en su justa medida, genera una madera sana y fuerte. En cambio el exceso de agua la hincha y la pudre.

Precisamente el Elemento Agua gobierna el invierno, los riñones, la vejiga urinaria, uréteres etc. Por tanto aquí tenemos otra magnífica Pista: HIDRATACIÓN INTERNA Y EXTERNA EN EQUILIBRIO.

La madera para crecer sana y fuerte, también precisa del Sol, o del elemento FUEGO, pero en muy justo equilibrio ya que el calor seca la madera, pero en exceso la consume. Este elemento gobierna el corazón y el intestino delgado, la sangre, la sudoración y la piel. Deberemos tener esto muy presente, ya que precisamente la estación del año gobernada por este elemento es el verano, que dependerá de cómo hayamos pasado la prueba de la primavera. Otra pista valiosísima LA ADECUADA CIRCULACIÓN TANTO ENERGÉTICA COMO SANGUÍNEA UNIDA A ALIMENTOS DE FÁCIL DIGESTIÓN.

Finalmente, el elemento que tiene poder sobre LA MADERA, es el METAL que gobierna el otoño y que rige los pulmones y el bazo, así como la mucosidad del organismo. Y aquí tenemos otra pista de importancia:
PULMONES SANOS = PIEL SANA Y NATURALMENTE OXIGENADA.